La disfunción sexual femenina es un problema de salud frecuente e importante. Su incidencia aumenta con la edad y, según la mayoría de las estadísticas afecta al 30% -50% de las mujeres, poniendo en juego la salud de las mujeres y su calidad de vida.
El tono muscular perineal, el trofismo de los tejidos, los niveles hormonales, la estabilidad neurológica, vasculogenica e inmunológica, entre otros son elementos a tener presente, desde el punto de vista biológico, en una mujer con disfunción sexual,
El abdomen es como un globo que está separado
- Por arriba: por el músculo diafragmático que separa la cavidad abdominal del tórax
- Por delante: por la pared abdominal
- Por detrás: por los músculos posteriores (lumbares o de la espalda)
- Por debajo: por una estructura muscular y de otros tejidos que cierran el abdomen a nivel de la pelvis. A ésta estructura se la denomina “piso pelviano”
En la pelvis (abdomen inferior) también se alojan la vejiga, el útero, la vagina y el recto, que están sostenidos y mantenidos por las estructuras musculares y tisulares denominadas “fascias pelvianas” en su posición normal, ante los esfuerzos u otras causas (tos, risa, etc.) aumentan la presión abdominal
Durante el parto vaginal, esas estructuras de sostén y suspensión necesitan separarse para dar paso al bebé.
Si se lesionan pueden alterar la función de los órganos pelvianos (vejiga, recto, ano) dando lugar a la pérdida involuntaria de orina (incontinencia urinaria) y/o incompetencia anal (pérdida de gases o materia fecal).
La modificación puede traer escasos síntomas o problemas mayores:
- Sensación de pesadez o vejiga ocupada, o que algo sale desde la vagina.
- Sensación dolorosa en el abdomen inferior.
- Pérdida involuntaria de orina.
- Problemas en la evacuación intestinal o en la continencia anal.
Estos síntomas generalmente son ocultados por las pacientes durante años, el tiempo promedio de consulta en nuestras pacientes argentinas, habitualmente es entre 2 y 12 años después de aparecido el síntoma, o nunca consultan. La demora en la consulta es muchas veces por vergüenza, temor a la causa y/o al tratamiento y otras veces por desinterés. Las mujeres no están informadas, no conocen de su prevención y de su tratamiento curativo.
Qué alteraciones pueden ocurrir?